El caso de Guilherme Siqueira es un claro represente del despropósito que supusieron las dos primeras temporadas oficiales de Meriton Holding, empresa del máximo accionista Peter Lim, al frente del Valencia CF. Lateral izquierdo descartado por el Atlético de Madrid, con un importante historial de lesiones, llegó como refuerzo de urgencia en el mercado de invierno de 2016 para reforzar la banda izquierda como apuesta del nuevo director deportivo, Jesús García Pitarch, con una cesión de año y medio. El jugador demostró en Mestalla el por qué de su descarte por parte del club madrileño. Aquí continuaron sus lesiones, su indolencia al nivel del resto del equipo y una manifiesta irregularidad que terminó por desesperar a propios y extraños. 24 partidos jugados en una de las defensas más desastrosas de la Liga fue su balance antes de finalizar su cesión e irse sin que nadie le echara de menos. Tal era el nivel, que el jugador decidió que lo mejor para él y para todos era retirarse del fútbol en activo a los 30 años de edad.

Pese a lo que puede parecer, la carrera deportiva del defensa brasileño no fue tan mediocre como su final. Siqueira debutó como profesional en 2002 en el Ipatinga brasileño, club por el que firmó cuando tenía sólo 18 años. Del Ipatinga fue cedido al también brasileño Avaí, hasta que en 2004 dio el saltó a Europa y pasó a militar en el filial del Inter de Milán, hasta que fue comprado a medias por la Lazio y el Udinese, quien se hizo con todos sus derechos en 2009, después de que actuara cedido en el Ancona durante la temporada 2008-2009. En la temporada 2010-2011 fue cedido al Granada CF, que militaba en Segunda División. Durante esa temporada el Granada terminó quinto y disputó la promoción de ascenso a Primera, consiguiendo el 18 de junio de 2011 el ascenso. El equipo andaluz se hizo con sus servicios en el verano de 2011, y durante su primer año en Primera disputó 37 partidos como lateral izquierdo y anotó siete goles.

Sus buenas actuaciones despertaron el interés de varios equipos, incluido el Valencia CF, pero Siqueira acabó firmando la ampliación de contrato con el Granada hasta 2017 con una cláusula de rescición de 25 millones de euros. La temporada siguiente continuó con su racha anotadora (seis goles), y de nuevo surgieron los rumores sobre su salida del club que, esta vez sí, acabaron con el lateral fuera del Granada. El 2 de septiembre de 2013 Siqueira fue cedido durante una temporada al Benfica portugués, equipo con el que logró los tres títulos nacionales: Liga, Copa y Copa de la Liga. En la Europa League, consiguieron la clasificación para la final pero fueron derrotados por el Sevilla en la tanda de penaltis. En el mercado de verano de la temporada 2014-2015 firmó un contrato con el Atlético de Madrid por 4 años. El traspaso fue cercano a los 10 millones de euros. En su primera temporada disputó 26 partidos y logró un gol, pero en la siguiente, la 2015-2016, no contó para Simeone, y solo participó en un partido de Liga durante toda la primera vuelta, tres en Copa y tres en Champions, lo que propició que se le buscase una salida en el mercado de invierno. Y así fue como Siqueira llegó al Valencia, donde apenas un año y medio después, decidió colgar las botas.