Didier Deschamps llegó al Valencia CF en verano de 2000. Tenía 32 años y un palmarés que asustaba: campeón del Mundo y de Europa con la selección francesa, de la que era además capitán; dos veces campeón de la Champions League y una de la Supercopa de Europa, dos veces campeón de la Liga de Francia y tres de la de Italiana, campeón de la Copa de Inglaterra y de Italia y campeón de la Copa Intercontinental. Ante el asombro de la prensa y de los aficionados valencianistas, el club consiguió cerrar el fichaje de uno de los jugadores más laureados del fútbol mundial para reforzar al equipo de Héctor Cúper, que acababa de perder la final de la Champions League contra el Real Madrid, con veteranía y carácter. Pero el asombro no estaba exento de cierto excepticismo, ya que muchos esperaban que el Valencia fuera el punto y final de carrera, cosa que finalmente sucedió.

Deschamps comenzó su vida deportiva como jugador de rugby, pero al poco tiempo cambió el balón ovalado por el esférico, iniciando su andadura en el mundo del fútbol como delantero en el Aviron Bayonés. En 1983, pasa a las categorías inferiores del Nantes, donde cambia su demarcación a la de líbero y posteriormente a la de centrocampista. En esa posición alcanzaría su máximo desarrollo. En noviembre de 1989, ficha por el Marsella, aunque tras un irregular primer curso bajo las órdenes de Bernard Tapie se marcha cedido por una temporada al Burdeos. Regresa en 1991 y rápidamente se convierte en capitán y líder del equipo. En apenas dos temporadas consigue dos campeonatos de Francia (1992 y 1993) y una Liga de Campeones (1993).

Tras haber disputado un total de 263 partidos en la Primera División francesa, Deschamps firma por la Juventus de Turín. Con los «bianconeri» disputa un total de 153 partidos oficiales, en los que anota 4 toles, continuiando con su cosecha de títulos: tres Ligas de Italia y una Liga de Campeones. El futbolista se convierte en el líder del centro del campo del equipo blanquinegro. La temporada 1999-2000, Deschamps jugó con el Chelsea, club con el que disputa 41 partidos oficiales, finalizando tercero en la Premier League y conquistando la Copa de Inglaterra frente a Aston Villa.

En el Valencia Deschamps disputó un total de 21 partidos oficiales y colaboró en la clasificación del equipo para su segunda final consecutiva de la Liga de Campeones, en la que cayó derrotado en la tanda de penalties ante el Bayern de Munich. Su veteranía y experiencia fue muy importante en el vestuario, y el público de Mestalla le acogió con mucho cariño. Durante su estancia en Mestalla, nunca bajó su nivel de exigencia y lo dio todo durante los minutos que estuvo en el terreno de juego. Para la memoria queda un partido de la Champions League que disputó con una aparatosa venda en la cabeza. Pero se trataba de un jugador que lo había ganado todo y a quien el fútbol en activo apenas le motivaba. Al final de la temporada decidió retirarse definitivamente de los terrenos de juego para iniciar una nueva etapa como entrenador.

Dirigió cinco temporadas al Mónaco, ganando la Copa de la Liga de Francia y llegando a la final de la Champions League. Dimitió en septiembre de 2005 y en 2006 entrenó a la Juventus, equipo que descendió tras un escándalo por corrupción, pero llevó al equipo transalpino a ser campeón de la Serie B y lograr el ascenso. Abandonó el club nada más terminar la temporada y en 2009 fichó por el Olympique de Marsella, llevando a este equipo al año siguiente a proclamarse campeón de Liga 18 años después. En el año 2012 abandonó el banquillo marsellés para convertirse en seleccionador de Francia, con la que conquistó la Copa del Mundo en 2018.