Ficha de partido: 22.11.1981: FC Barcelona 5 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

FC Barcelona
FC Barcelona
5 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Schuster
12'
Ricardo Arias
19'
Manolo
21'
Schuster
34'
Quini
42'
Descanso
45'
Ángel Castellanos
50'
Darío FelmanCésar Ferrando
54'
Kurt WelzlPablo Rodríguez
54'
MigueliEsteban
55'
Morán
55'
Morán
61'
Quini
70'
Daniel Solsona
78'
Estella
79'
Frank ArnesenAsist: Enrique Saura
79'
CarrascoSimonssen
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Camp Nou
Aforo: 99.354 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 24/09/1957

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Los que imaginaron que la visita del Valencia podía repetirse el tanteo de la temporada anterior, no se puede decir que se acreditasen como profetas. La inauguración de una parte del nuevo graderío del Gol Sur, la innegable buena marcha del equipo azulgrana en la competición y el prestigio, del equipo visitante, irregular en lo que va de temporada pero siempre potencialmente temible, fueron factores suficientes para aglutinar a un impresionante contingente de espectadores y para crear, además, el inequívoco clima de espectación de las grandes tardes futbolísticas, clima que se vio ilustrado con un tanteo rotundo y que, en rigor, casi debiera eximirnos de más comentarios. Cinco goles al Valencia o al Valencia que sea, son un tanteo explícito y de casi imposible mediatización. Mediatización que en este caso ciertamente no existe, porque lo único que ocurrió fue que los azulgrana superaron a sus rivales y que el marcador lo reflejó con incuestionable precisión y meticulosidad.

El Valencia incurrió en algunos errores y los pagó caros. Ante el once azulgrana actual, cualquier equipo, el que sea, ha de atarse los machos muy cuidadosamente y renunciar a ningún género de filigranas o fantaseos. De lo contrario, se ha visto muy claro esta tarde, saldrá amargamente aleccionado de la tentativa. Así el Valencia, por ejemplo, entre otras equivocaciones, incurrió en la de salir al ataque tras el descanso, con un 0-2 en el marcador, y los atacantes azulgrana, que se pararon en la cifra de cinco goles, dispusieron de oportunidades casi diría que para duplicarla. La temeridad valencianista, conjugándose con la endeblez y vacilaciones de su cobertura, propiciaron uno de aquellos descalabros de los que a veces un equipo tarda semanas y meses en rehacerse. No es que los cinco goles no sean un tanteo difícil de digerir pero desde luego pudo haber sido mucho peor todavía para los de Mestalla.

En el Barça, la ausencia de Alexanco fue suplida por Manolo, siendo esa en rigor la única sorpresa en ambas alineaciones. Sánchez y Estella fueron unos laterales bastante menos teóricos de lo que se esperaba, no renunciaron en ningún momento a sus correspondientes tareas de maraje y las incorporaciones al ataque fueron bastante más espaciadas y circunspectas de lo que muchos estrategas esperaban. En rigor, ambos conjuntos plantearon el partido con precauciones bastante similares, el dominio territorial fue alterno y unos y otros dispusieron de situaciones de gol que no se aprovecharon (Víctor, Solsona, Simonsen, Pablo) pero en ambas porterías hubo momentos de sobresalto mayúsculo, que unas veces resolvieron con acierto los metas y otras, no llegaron a concretarse por falta de habilidad goleadora.

Pero esa presunta nivelación de fuerzas no tuvo traducción en el marcador. El Barça se adelantó con un gol a los 13 minutos de juego, un gól de Schuster culminando un espléndido avance, pero el alemán estaba en la misma frontera del fuera de juego, y los acosos azulgrana fueron siempre más profundos, abiertos e intencionados que los de los visitantes. Y ya en las postrimerías de un tenso y disputado primer tiempo, llegó el segundo tanto local, que fue de aquellos que no se olvidan. Su autor, Enrique Castro, tendría bastante con la obtención de este gol para tener garantizado un párrafo en la historia del Camp Nou. tras una primorosa y afiligranada cesión de Simonsen, Quini recibió el esférico, lo cambió de pie y lanzó un zurdazo impresionante que llegó a la red. Flamearon los pañuelos en los graderíos y no pudieron hacerlo con más justicia.

El Valencia adelantó líneas al iniciar el segundo tiempo. Puede que fuera estratégicamente una baza a jugar, pero si nos atenemos a los resultados, más bien nos vemos inclinados a pensar que fue una tremenda equivocación. No calibró con la suficiente justeza el valor que había tenido su propia defensa ante la peligrosidad de los hombres de ataque barcelonistas, que además se duplican cuando actúan en su ambiente, y optó por una arriesgadisima experiencia. Un remate de Víctor a los 5 minutos, pudo perfectamente haberse convertido en el tercer gol, pero los blancos no se dieron por enterados, y siguieron con su fútbol posicionalmente avanzado. Morán, que esta tarde ha dado muchas pruebas de su endemoniada habilidad, fue el encargado de inscribir el tercer tanto en el marcador, y ya a partir de aquel momento el desconcierto y la desmoralización valencianista subió como la espuma. Por si algo faltaba, Sempere, que tuvo momentos brillantes, incurrió en un fallo mortal que propició el cuarto gol barcelonista y a partir de aquel momento, un Valencia groggy y tambaleante estuvo a merced de un Barça que no quiso ensañarse y que tras el quinto gol respiró con alivio y se consideró más que satisfecho. La posibilidad de una debacle valencianista flotó durante minutos sobre el césped del Camp Nou y pudo perfectamente haberse materializado en uno de aquellos tantos históricos que tardan años y años en olvidarse.