Ficha de partido
Valencia CF
5 - 0
Cádiz CF
Equipos titulares
Sustituciones
Timeline del partido
Inicio del partido
0'
Lubo Penev
12'
Stimac
15'
Mateo
28'
Descanso
45'
Lubo Penev
45'
Oliva
53'
AragónQuevedo
69'
Fernando GómezAsist: Eloy Olaya
71'
Francis
72'
Lubo Penev
76'
Roberto FernándezAsist: Leonardo de Araujo
80'
Carlos ArroyoLubo Penev
85'
Álvaro CerveraRoberto Fernández
85'
Fernando GómezAsist: Eloy Olaya
89'
Final del partido
90'
Estadio
Rival: Cádiz CF
Records vs Cádiz CF
Máximo goleador: Roberto Fernández (5 goles)
Goleador rival: Mágico González (5 goles)
Más partidos: Voro González (13 partidos)
Mayor victoria: 6 - 0 (06.05.1967)
Mayor derrota: 0 - 2 (08.12.1991)
Más repetido: 0-0 (5 veces)
Crónica
La goleada del Valencia ante el Cádiz, en el peor encuentro visto en mucho tiempo en Mestalla, confirmó el divorcio existente entre el equipo local y el público, en un partido en el que el Cádiz se limitó a ser testigo de excepción de la crisis, y que no dio la sensación de necesitar recupera fuera lo perdido en casa.
Los jugadores valencianistas volvieron a ganar el pulso que sobre resultados o calidad de juego mantienen con su afición, a la que ofrecieron una cómoda victoria con una calidad futbolística impropia de un equipo que aspire a algo más que a no descender.
Todo ello gracias a un Cádiz sin hechuras que no dispuso de una sola ocasión para marcar y que dificilmente se volverá a encontrar con un Valencia tan mediocre. El Valencia estrenó el marcador en la primera ocasión de que dispuso ante uno de los rivales más discretos que han pasado esta temporada por el Luis Casanova, y que tan sólo con el escurridizo Kiko en punta, apenas se aproximó con cierto peligro a la portetía defendida por Sempere.
Un Cádiz que no quería salir de su parcela, ni siquiera con el marcador en contra, y un Valencia que se limitó a tener el balón en su poder, pero sin llegar a crear acciones de peligro, exasperaron a una afición que comprobaba la impotencia del Valencia ante un rival agazapado en su parcela.
Tras el descanso, la única variación la ofreció el Cádiz, que sin llegar nunca a las proximidades de Sempere, se mostró más suelto, entre otras cosas porque el equipo local redujo más si cabe la calidad de su juego y aumentó en nerviosismo. Entre silbidos, pérdidas de balón valencianistas y una total nulidad atacante gaditana pasaron los minutos sin que se percibiera la posibilidad de que uno u otro equipo marcara. Cuando más arreciaban las críticas y los pañuelos, y peor era el juego del Valencia, llegó el 2-0 de Fernando, y su dedicatoria a la grada, un claro y contundente "¡os jodéis!".
A partir de entonces llegó la goleada, que convirtió el marcador en un espejismo con el que se cerró un partido en el que lo único que quedó claro es que el Cádiz mereció la derrota. La garra se vio en sólo veinte minutos. Ni Guus Hiddink, ni tampoco Arturo Tuzón, el presidente, se mostraron felices con el juego del equipo. El público, menos que nadie.
Los jugadores valencianistas volvieron a ganar el pulso que sobre resultados o calidad de juego mantienen con su afición, a la que ofrecieron una cómoda victoria con una calidad futbolística impropia de un equipo que aspire a algo más que a no descender.
Todo ello gracias a un Cádiz sin hechuras que no dispuso de una sola ocasión para marcar y que dificilmente se volverá a encontrar con un Valencia tan mediocre. El Valencia estrenó el marcador en la primera ocasión de que dispuso ante uno de los rivales más discretos que han pasado esta temporada por el Luis Casanova, y que tan sólo con el escurridizo Kiko en punta, apenas se aproximó con cierto peligro a la portetía defendida por Sempere.
Un Cádiz que no quería salir de su parcela, ni siquiera con el marcador en contra, y un Valencia que se limitó a tener el balón en su poder, pero sin llegar a crear acciones de peligro, exasperaron a una afición que comprobaba la impotencia del Valencia ante un rival agazapado en su parcela.
Tras el descanso, la única variación la ofreció el Cádiz, que sin llegar nunca a las proximidades de Sempere, se mostró más suelto, entre otras cosas porque el equipo local redujo más si cabe la calidad de su juego y aumentó en nerviosismo. Entre silbidos, pérdidas de balón valencianistas y una total nulidad atacante gaditana pasaron los minutos sin que se percibiera la posibilidad de que uno u otro equipo marcara. Cuando más arreciaban las críticas y los pañuelos, y peor era el juego del Valencia, llegó el 2-0 de Fernando, y su dedicatoria a la grada, un claro y contundente "¡os jodéis!".
A partir de entonces llegó la goleada, que convirtió el marcador en un espejismo con el que se cerró un partido en el que lo único que quedó claro es que el Cádiz mereció la derrota. La garra se vio en sólo veinte minutos. Ni Guus Hiddink, ni tampoco Arturo Tuzón, el presidente, se mostraron felices con el juego del equipo. El público, menos que nadie.