Inicio del partido

0'

Sergio Manzanera

26'

Descanso

45'

Pazos

56'

Óscar Rubén ValdezAsist: Pep Claramunt

66'

Acosta

70'

Final del partido

90'

La lluvia que empezó a caer sobre la capital andaluza en la madugada del sábado al domingo y que continuó durante la mañana, aunque no retrajo al público, que asistió en cantidad al encuentro Sevilla-Valencia, sí, en cambio, dejó la cancha del estadio Sánchez Pizjuán en condiciones dificultosas para crear juego y, en especial, para imprimir la velocidad necesaria. Handicap este de la pesadez del terreno que benefició al Valencia, pues manteniendo un sistema a base de 4-3-3, con Tatono, Aníbal, Antón y Sol en la zaga, mientras que ocupaban la zona central Claramunt I, Paquito y Forment, quedaban únicamente en posiciones avanzadas, pero siempre dispuestos a retroceder, Sergio Pellicer y Valdés, esencialmente a los dos extremos, piezas clave del empate visitante po la habilidad y eficacia de sus intervenciones en los contragolpes.

Los muchachos de Di Stéfano extendieron una especie de malla escalonada hacia el marco de Abelardo, en la que se diluían los continuados avances locales que germinaban primordialmente merced a la buena labor organizadora de Acosta y el entusiasta esfuerzo de Santos en el centro del campo, ya que Eloy no mostró esa seguridad creadora de otras ocasiones, y también gracias al apoyo de los ataques de algunos zagueros, preferentemente de Hita y Pazos, que avanzaban desde atrás cuando ellos creían oportuno. En realidad, el Sevilla, luchando contra el barro y las dificultades defensivas creadas por la férrea cobertura valencianista y maniobrando preferentemente gracias a la fortaleza y el entusiasmo individual de los locales, hizo prevalecer virtudes técnicas que merecieron adecuada recompensa en el marcador. La iniciativa y el predominio territorial corrió a cargo de las huestes de Merkel, mientras que el Valencia aguantaba posiciones, neutralizaba los afanes sevillanos y ensayaba el contraataque cuando era posible, que fue en muy escasas ocasiones y por lo regular obra y milagro da la flexibilidad y de la inteligencia de Sergio y de Valdés.

El Sevilla reaccionó con mejor orden de homogeneidad en la última fase del encuentro y ello permitió bombardear el marco de Abelardo con más asiduidad, salvándose, de la derrota, en parte, por los aciertos del propio guardameta y también por la mala suerte, ya que hubo balones con visos de gol que se estrellaron en los palos. Así un clarísimo penalty de Hita, cuando éste, convertido en un extremo penetró en el área levantina, quedó sin sancionar por Pintado que, ciertamente, se mostró hoy bastante desafortunado en su labor.

A los 26 minutos Acosta vuelve atrás una pelota que salía fuera, la recoge Sergio que avanza batiendo a Rodri. A los 56 minutos de juego hay un centro de Berruezo que remata Pazos, logrando la igualada a uno. Un fallo de Hita a los 66 minutos deja la pelota en los pies de Sergio, quien se interna, centra largo y Valdés, en corto, bate a Rodri. Cuando van 70 minutos, una falta que saca Santos al borde del área valencianista, la recoge Acosta, para con el pecho bajándole el balón al pie derecho y empalmando un duro chupinazo que se clava en las mallas.