Inicio del partido

0'

Luis Aragonés

19'

Descanso

45'

Paquito GarcíaAsist: Poli Muñoz

71'

Final del partido

90'

El primer partido jugado por los blaquirrojos en su nuevo estadio, abierto al público como si fuera «un acto más de servicio», ya llegará el momento de su inauguración oficial, ha podido constitur una seria derrota para el Atlético. Para que tal no se haya producido, ha tenido que ocurrir uno de esos accidentes que se van reproduciendo en el fútbol actual y que nos van sorprendiendo más y más: la dejación por parte de un contrario, en este caso el valencianista, en forma en verdad incomprensible.

El Valencia hizo gala de una superioridad que en todos los terrenos se iba marcando a medida que avanzaba el encuentro. Y decimos que en todos los terrenos, porque al hecho de que el Atlético tuviera que jugar todo el segundo tiempo con un hombre menos por lesión de Adelardo, se unía el fallo físico de casi todo el equipo, que dejaba a éste a merced de lo que hiciera el Valencia. Y bien, el Valencia no quiso hacer nada. Igualado el tanteador a mitad de la segunda parte, pudiéramos decir gráficamente «que perdonó la vida a su contrario», limitándose a ver pasar el tiempo con la continuidad del empate, resultado que por lo visto contentaba al mister y jugadores mestalleros, llegando incluso a hacer un juego de retroceso, incomprensible para todos. Que este resultado contentaba a unos y a otros, lo tenemos en que al termino del partido los jugadores blancos mostraron su alborozo por el empate, cuando en realidad debieron ofrecer su desconsuelo por no haber conquistado un triunfo que se les ofreció en bandeja.

El encuentro tuvo un primer tiempo igualado, aunque abundaron más los peligros en la meta local que en la forastera en donde perdieron varias ocasiones de gol Waldo y Ansola. Menudearon por ambas partes los ataques, y en el centro del campo mandó la media valenciana por el superior juego de Paquito y Roberto, especialmente el primero, sobre el desarrollado por Glarla e Iglesias, éste casi inédito al terminar el encuentro. Sol, encargado de la vigilancia de Mendoza, cumplió siempre su cometido, mientras que Luis, demostrando su actual excelente forma, fue punta en acecho del ataque local. Enfrente, Waldo, se mostró tan reservado como acostumbra en las salidas del equipo levantino de su terreno. Grifa y Mestres, destacaron en la defensa cumpliendo solamente los otros jugadores zagueros. Los dos metas estuvieron acertados.

A los 20 minutos de la primera parte marcó el Atlético su gol por obra y gracia de Luis, que de buen cabezazo remataba un centro largo de Cardona; a los 27 de la segunda mitad, lograba el Valencia el empate, como consecuencia de una falta de Glaria a Waldo, que sacada por este directa a gol y en forma raza, Rodri, no pudo sino rechazar el esférico, para que rematara Claramunt y finalmente Paquito, adelantado, lo mandara al fondo de la red.

Y aquí vino lo inexplicable del encuentro. Porque el Atlético, con diez hombres desde el descanso por lesión de Adelardo, como hemos dicho anteriormente, y con baja forma física de la mayoría de sus jugadores, se entregó materialmente a su enemigo que al parecer, contento con el reparto de puntos, no intentó la victoría que se le ofrecia. Hasta tal punto que pudo perder el partido, especialmente en un remate de cabeza de Glaría, que paró con apuros Pesudo.

El arbitraje a cargo del asturiano Medina Iglesias, no nos gustó. Incurrió en constantes errores, en su deseo de esa compensación que tanto se prodiga en el fútbol español.