Ficha de partido: 09.01.1992: Valencia CF 2 - 0 FC Barcelona

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
2 - 0
FC Barcelona
FC Barcelona

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Eloy OlayaAsist: Tomás González
28'
Eloy Olaya
31'
Descanso
45'
Lubo PenevAsist: Fernando Gómez
57'
GoikoetxeaBeguiristain
75'
NadalGuardiola
75'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Tres cuartos de entrada en el Luis Casanova, con 28 millones y medio de recaudación, en noche algo fría: nueve grados. Actuaron como capitanes Koeman y Fernando. El Valencia llevaba brazaletes negros por la muerte del arzobispo de la ciudad. Los locales botaron seis saques de esquina por doce el Barça.

El Barça tuvo un mal debut copero y vivió, en Valencia, la amarga experiencia de la derrota, que no conocía desde su memorable 3-1 en Kaiserslautern, resultado que marcó el inicio de una magnífica racha de resultados truncada anoche en el Luis Casanova. El Valencia confirmó su magnífico momento de forma y de juego situándose como favorito dela eliminatoria gracias a un 2-0 justo y que, desde ahora, supone todo un reto azulgrana de cara al encuentro de vuelta a disputar dentro de dos semanas, en el Camp Nou.

El Barça sorprendió inicialmente con la presencia de Busquets en el marco, la ausencia de Bakero del once titular y la titularidad de Julio Salinas, cuya situación parece dulcificada tras el anuncio de su pronta renovación. También reapareció el defensa Juan Carlos, ausente Nando, pero no es en los retoques ni en las novedades donde debe situarse la dececpicón barcelonista sino en un rendimiento global muy distante al de sus últimas actuaciones, especialmente en el aspecto ofensivo. En efecto, el Barça, que nunca bajó la guardia y siempre plantó cara, fue capaz de llevar la iniciativa del juego y hasta de forzar una docena de saques de esquina, pero dio la sensación de perder su tradicional punch ofensivo hasta el punto de que sólo le contabilizamos una ocasión clara de gol a lo largo de 90 minutos en los que, aparentemente, tuteó a su adversario. Esta vez el pecado azulgrana no fue el de perdonar sus oportunidades sino justamente el de no llegar a crearlas.

El primer tiempo estuvo marcado por el equilibrio de fuerzas. El Valencia, eso sí, ganó la batalla del centro del campo con un pressing pegajoso e incómodo que comenzaba por los delanteros Penev y Eloy sobre la zaga azulgrana y continuaba de forma asfixiante en la zona ancha con la línea formada por Fernando-Tomás-Roberto-Leonardo. El equipo azulgrana no pareció nunca sentirse cómodo ante un rival que le atosigaba e intentaba sorprender al contragolpe. Por fortuna la defensa en línea de los barcelonista dio buenos resultados e hizo caer al ataque valencianista en repetidos fueras de juego no siempre bien admitidos en los graderíos.

El encuentro se inició con un aviso de Fernando en remate que se perdió fuera por poco y en un corner inicial, a los siete minutos de juego, lanzado sobre el primer palo y que fue un preludio del gol que llegaría en el minuto 27, también en lanzamiento de esquina. En ambos lances no anduvo demasiado afortunado el meta Busquets que, sin embargo, se rehabilitó pronto con excelentes intervenciones, una de ellas bloqueando un remate de Penev a bocajarro (minuto 40) y desviando con la punta de los dedos un disparo en vaselina de Leonardo, tres minutos más tarde. Estos dos extranjeros del Valencia fueron los pilares básicos y más inspirados de su equipo junto a la brega del defensa Boro, auténtico baluarte defensivo.

El Barcelona, a raíz del gol, reaccionó con su habitual espíritu inconformista y forzó cuatro córners en un corto espacio de tiempo. En el minuto 37, Julio Salinas tuvo una clara oportunidad, la auténtica ocasión de oro azulgrana del partido, al recibir un balón en profundidad de Laudrup, pero Sempere intuyó el servicio y salió rápido de su marco para atajar el balón.

En la segunda parte el equipo azulgrana cambió su esquema con la entrada de Goikoetxea, y posteriormente, de Nadal por dos desdibujados Begiristain y Guardiola, respectivamente. Cruyft intentó reactivar el juego de su equipo por las bandas con la entrada del navarro pero fue justamente el Valencia el que aprovecho los pasillos al retrasar su pressing a una zona más próxima a su campo e intentar el contragolpe por los laterales, donde brillaron Quique Flores, un excelente Leonardo y el incansable Penev.

Mediado el segundo tiempo, en pleno toma y daca de fuerzas, fue el búlgaro Penev el que redondeó el amenazador 2-0 con una soberbia acción personal en la que ni Serna en el marcaje ni Busquets, en su estirada, anduvieron los suficientes listos como para frenar al ariete valencianista. A partir de aquel momento, el cuadro de Hiddink tomó más precauciones y jugó más conservador. Había logrado su objetivo de pillar al Barça al contragolpe y se limitó a seguir explotando los espacios libres mientras el conjunto azulgrana llevaba el peso de la iniciativa, pero con todas las incomodidades del mundo porque, junto a unos marcajes pegajosos, se encontró con un Boro sensacional en defensa. Un balón bombeado por Koeman, que no llegó a encontrar rematador, fue la única amenaza seria del Barça en los compases finales en los que, obviamente, llevó el peso del juego y buscó afanosamente recortar diferencias de cara a la devolución de visita que pasa a convertirse en un compromiso de órdago para los azuigrana.

Nada que oponer al 2-0 final como fiel reflejo de lo que fue el partido. Hay que admitir que el Valencia está en racha y tuvo la virtud de saber aprovechar sus oportunidades mientras que el Barça, sin jugar mal, no anduvo a la altura de sus últimas actuaciones y del alto nivel de juego que había marcado en su racha más reciente. Atrás se notaron las ausencias y, sobre todo, en el centro del campo donde sin Bakero faltó la garra de otras ocasiones. Pero fue en vanguardia, tradicional escenario del mejor fútbol barcelonista, donde encontramos más desconocidos a los hombres de Cruyff.