Ficha de partido: 12.02.2006: Valencia CF 1 - 0 FC Barcelona

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
1 - 0
FC Barcelona
FC Barcelona

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Miguel Ángel Angulo
19'
Edmilson
21'
Van Bommel
40'
LarssonGiuly
42'
David Villa
43'
Descanso
45'
Márquez
50'
BelletiOleguer
56'
SylvinhoVan Bommel
71'
Francisco RufeteMiguel Ángel Angulo
80'
David Albelda
84'
Fabio AurelioMario Regueiro
85'
Hugo VianaPablo Aimar
89'
David Villa
91'
Final del partido
92'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Seis puntos. Era la cifra ansiada. La Liga está más cerca. Pero no sólo por la cuestión numérica, también por las sensaciones que ayer brotaron de Mestalla. Por allí apareció un equipo total, un bloque compacto con dos auténticas figuras del fútbol, uno en cada parte del campo. Villa y Cañizares no tienen precio. Su valor es incalculable. El Valencia convirtió al Barça en una medianía. Es cierto que Ronaldinho, Messi y Deco marcan la diferencia, pero este Valencia convierte en vulgar a cualquier equipo y ayer fue el Barça quien sufrió este poderío.

Villa dignificó un partido de fútbol total. El asturiano está en otra dimensión y ayer, en un choque de artistas, tomó el pincel y expresó un gol para enmarcar. Fue un lienzo de esos que quedan para la historia. Y es que ayer los dos equipos se jugaban mucho y nadie se escondió. Los futbolistas quisieron demostrar que contaban con méritos suficientes para chafar el césped de Mestalla. Pero por encima de todos está Villa, que volvió a dejar en evidencia a Víctor Valdés. Le tiene tomada la medida. Ya es de psicólogo. Si en el Camp Nou le ganó la partida en un despeje fallido, ayer ocurrió lo mismo. Pero en Mestalla, además, aderezado con una vaselina perfecta. Fue el gol que devuelve la ilusión por el título liguero.

Hasta la maravilla de Villa el público blanquinegro disfrutó como nunca. Se notaba en el ambiente que era un día especial. Y los jugadores premiaron a sus seguidores con un choque espectacular. Mientras los de Rijkaard sufren cada vez más para sacar sus partidos adelante, los de Quique se comen a cualquiera. Incluso a ese equipo que parecía invencible. Pues no lo es, ni mucho menos, sobre todo cuando tiene delante una escuadra en el que nadie desentona, en el que todos sacan lo mejor de sí mismo. Villa fue el mejor exponente del Valencia. Hasta el gol mostró cualidades que le encuadran en ese grupito de superfiguras al que se entra a base de maestría. Una rabona, un taconazo, un control magistral. Todo le salía menos el gol. Era cuestión de esperar. Él nunca defrauda. Y como ocurrió el día del Dépor antes del monedazo, cuando quedaba un minuto para acudir al vestuario, el asturiano puso la puntilla.

El Barça también pudo marcar. Cómo no. Pero no fue Eto’o quien dificultó la vida a Cañizares. Tuvo que salir Larsson –que sustituyó a Giuly, que se retiró lesionado– el que se plantara cara a cara con el guardameta blanquinegro. Y ahí apareció el dragón. Sacó un balón con la pierna que ya se colaba. Con esta acción volvió a enviarle un mensajito a Luis Aragonés, al que dificulta la elección de los tres arqueros. Fue la única ocasión clara del Barcelona. Quique supo cómo frenar al conjunto azulgrana. Al Valencia no le importó que el control del juego fuera del rival. Sabía que con Edmilson y Van Bommel en el centro del campo la creación del juego se limitaba. Además, Baraja y Albelda presionaban para que fuera Puyol y Márquez quienes sacaran el balón. Así, el Barça no tiene peligro alguno. Todo ello aderezado con la ausencia de un jugador que desequilibre. Eto’o no tomó el protagonismo que se le esperaba. Los dos valencianos le anularon. Albiol y David Navarro no fallaron nunca. Convincentes y concentrados. Todo un lujo.

Cada vez que el Valencia robaba el balón, era peligro seguro. Angulo –que se perderá el próximo partido en Anoeta al ver la quinta amarilla– y Regueiro volaban por las bandas, mientras Aimar por el centro volvía a ser el mago de siempre. Formó un dúo mortal con Villa. Los azulgrana sólo presionaron algo más en los minutos finales del encuentro. Antes, nada de nada. Únicamente Giuly, hasta que se retiró, puso en algún aprieto a la defensa valencianista. En el resto de acciones, el control sólo tuvo un color, el blanquinegro.

El público cada vez se encendía más. Las arrancadas se sucedían y los jugadores notaban el aliento del público, que disfrutó como nunca. Lo mejor fueron las sensaciones que ofreció el equipo. Hasta en esos últimos minutos en los que apretó el Barcelona, no se aventuraba que pudiera llegar el gol en la portería blanquinegra. Era tal la seguridad que incluso se palpaba un segundo tanto local en alguna contra ideada por Aimar y materializada por Villa. Casi ocurrió. Hubiera sido el no va más. Villa y Cañizares marcaron la diferencia, pero Mestalla también quiso homenajear al hombre que otras tardes ha hecho vibrar la grada. Aimar se marchó entre aplausos, esos que se multiplicaron al final al ver que la Liga está cada vez más cerca. Y es que seis puntos no son nada.