Ficha de partido: 21.01.2007: Real Sociedad 0 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

Real Sociedad
Real Sociedad
0 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
David Villa (Falta)
28'
Aranburu
31'
Roberto Ayala
43'
Descanso
45'
SavioJesuli
50'
SkouboKovacevic
63'
Mikel González
70'
HerreraUranga
71'
Vicente RodríguezFernando Morientes
72'
Joaquín SánchezMiguel Ángel Angulo
84'
David Albelda
85'
Hugo VianaDavid Villa
89'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Anoeta
Aforo: 32.076 espectadores
Ubicación: San Sebastián (Guipúzcoa) 
Inauguración: 13/08/1993

Rival: Real Sociedad

Records vs Real Sociedad

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Satrústegui (10 goles)
Mayor victoria: 7 - 0 (15.09.1940)
Mayor derrota: 0 - 7 (06.05.1928)
Más repetido: 0-1 (19 veces)

Crónica

David Villa volvió a ver puerta. Un gol del asturiano da al Valencia su sexta victoria consecutiva, reafirma al equipo en la cabeza de la tabla, proporciona confianza al Guaje y borra todos los fantasmas que podían surgir por la debacle de la Copa. El Valencia salió en Anoeta decidido a ganar, a seguir su línea de victorias en la competición doméstica, en la que empieza a meter miedo porque no afloja y cada vez está más cerca de la cabeza.

En Anoeta se respiraba un tufo de recelo, de honda preocupación. A pesar de que en las últimas jornadas el equipo donostiarra ha mejorada su rendimiento, el lastre de los tropiezos iniciales pesa demasiado. Y se nota. En el ambiente y en el juego del equipo. Con la resaca de La Tamborrada aún fresquita, la Real evidenció muchos temores. Empezó muy atrás. Sus jugadores no se sacaban de las manos un problema llamado Valencia, que llevaba la voz cantante en todo momento.

Sin embargo, poco después del cuarto de hora el equipo guipuzcoano sacó su genio y ofreció una buena réplica, tras el enfado general con Mejuto por el gol anulado a Gari Uranga, que cuando remató el servicio de Xabi Prieto se encontraba en posición de fuera de juego. Pero fue como la gaseosa. Un bluff. Delante tenía un Valencia metido en harina. Dominador. Un equipo decidido, que tras el batacazo en Copa había viajado a San Sebastián decidido a que con los buenos propósitos no le pasara lo de María Sarmiento.

Y no se los llevó el viento, no. Además, Villa puso fin a su ansiedad y se reencontró con el gol. Llevaba demasiados partidos de sequía y el tanto lo celebró con un efusivo abrazo con su entrenador, Quique. Los dos lo habían hablado. Era cuestión de tiempo. El Guaje ayer lo intentó tres veces antes hacer diana. En repetidos lanzamientos de falta. El primer disparo salió desviado; en el segundo ajustó más el visor y Claudio Bravo le replicó con una brillante intervención. Despejó a córner. Pero en el tercero Villa colocó el dardo en el centro del blanco. Bueno, no, el balón, lanzado en perfecta rosca, fue hacia el ángulo, donde no podía llegar el guardameta chileno.

Por delante, hasta el descanso, quedaban quince minutos que iban a resultar trepidantes. La Real no se conformaba. No estaba dispuesta a hundirse más en el pozo y enfrente se encontraba con un Valencia que se desenvolvía decidido a hurgar más en la herida del rival. Del mismo modo que en la etapa del Zaragoza habilitaba a Villa, Savio puso notas de calidad en su debut como jugador realista. Aunque aseguran que ha llegado fuera de forma, el brasileño se convirtió en una referencia que trataba de dar vida a su primer espada, Kovacevic, que por cierto en lo que va de temporada todavía no ha conseguido un solo gol. Ni en Liga ni en Copa.

Pero Lotina no tardó en reemplazar al serbio y ofreció un nuevo debut, el del danés Skoubo. El Valencia trataba de dormir el partido. Cerró líneas para buscar el contragolpe con la velocidad que le permiten sus bandas, Angulo y Silva, y puso en más de un aprieto a la defensa local, que dicho sea de paso también presentaba un debut, en este caso de inicio: el del central argentino Víctor López.

Pero por momentos el equipo de Quique se aturdió. No había forma de que se sacudiera el empuje de la Real. Un agobio. El balón se paseó repetidas veces por el área y el público, totalmente volcado, espoleó más a sus jugadores, ansioso de evitar la derrota, que pudo lograr a diez minutos del final, cuando Savio estrelló el balón en el travesaño, al ejecutar un libre directo. Con los cambios que hizo Quique, el Valencia adquirió un aire. La presencia de Vicente, que relevó a Morientes, significó que Silva se desplazara al centro, como media punta. Con ello, como la Real iba a por todas, la contras se repitieron una y otra vez. El partido parecía loco. Era un ir y venir... así hasta el final.

Sin realizar un partido brillante, el Valencia consiguió su propósito. Dieciocho de dieciocho son guarismos que invitan a la confianza. Este equipo debe ir a más. Aún le faltan piezas determinantes, y con ellas debe lograr mejores cifras. La vuelve de Vicente es importante, como lo será en breve la de Baraja y otros jugadores como Moretti, que están a punto de reintegrarse al grupo. Lo más positivo del Valencia, ayer en San Sebastián, donde sigue un año más sin perder –ya son seis–, fue la actitud del equipo. Siempre mirando al frente. Por momento pasó verdaderos apuros, cuando una Real herida daba sus últimos zarpazos. Pero los solventó con eficacia.