Ficha de partido: 21.04.1991: Valencia CF 2 - 0 RCD Espanyol

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
2 - 0
RCD Espanyol
RCD Espanyol

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Fernando Gómez (Pen.)
26'
Quique Flores
33'
Albesa
44'
Carlos ArroyoFernando Gómez
45'
Descanso
45'
Albesa
49'
Miguel Ángel Bossio
70'
EscaichOgris
75'
Toni Gomes
75'
Voro GonzálezRoberto Fernández
80'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: RCD Espanyol

Records vs RCD Espanyol

Máximo goleador: Mundo Suárez (21 goles)
Goleador rival: Prat (9 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (19.10.2003)
Mayor derrota: 0 - 7 (10.06.1928)
Más repetido: 2-1 (25 veces)

Crónica

Tarde soleada pero fría en Valencia, con una excelente entrada en el Luis Casanova, alrededor de 40.000 espectadores y una recaudación de 5.300.000 pesetas. El terreno de juego ofrecía muy buen aspecto. Fernando (después Quique) y Gay, capitanes. Tuzón y Pardo, en el palco presidencial. El numerito de la red rota cuando Ogris introdujo en ella el balón supuso un parón de cinco minutos.

Arbitró García Delgado, del Colegio Andaluz. Debutaba en la categoría y no dio la mínima talla en ningún momento. Tuvo graves errores, como dar por válida la jugada que dio origen al primer gol del partido, nacida de una clara falta de Penev a Mino. En el gol anulado a Quique, el jugador valenciano recibió el pase de Tomás situado detrás de la defensa y por tanto, en posición córrecta. Encima, la jugada del gol fantasma anulado a Ogris. Sinceramente, creemos que el disparo del austríaco entró en el marco por un lateral, pero lo que no nos explicamos es cómo tanto el árbitro como el linier lo dieron por válido. El gol lo anularon los jugadores del Valencia con sus justificadas protestas pero quien de verdad debió hacerlo, ni se enteró. Hubo tarjeta amarilla para Quique, por una entrada sobre Albesa, para Bossio, por lo mismo con Wuttke y doble para Albesa, lo que supuso su expulsión. El defensa blanquiazul fue amonestado, por una entrada sobre Eloy al borde del descanso y a los cuatro minutos del segundo tiempo, por una entrada a Penev.

Goles: Minuto 25. Un envío de Penev provoca un barullo dentro del área blanquiazul y cuando Fernando parecía controlar el esférico, Francisco lo derriba por detrás. El propio Fernando transforma el penalty en gol, colocándole el disparo a Biurrun por su izquierda (1-0). Minuto 31 del segundo tiempo. Un balón disputado por Eloy por la banda izquierda españolista sale rebotado hacia Toni, completamente desmarcado tras los protagonistas de esa jugada, el brasileño se va solo y cruza un disparo, raso y cruzado, que bate a Biurrun, transformando así su primer gol de la Liga (2-0).

Hace ya bastantes años, el Español se dejó en el estadio Luis Casanova, rota a jirones, la ilusión de ganar una Liga. Fue una tarde en la que un rival envuelto en nervios, en problemas internos y en muchos conflictos (dos de sus jugadores, Fuertes y Adorno, se llegaron a liar a mamporro limpio dentro del rectángulo) podía ser accesible para aquel Español encaramado en los lugares de privilegio. La timidez, la falta de valor y de talante de ganador, le llevaron a jugar permanentemente a la defensiva y al final acabó perdiendo el partido y entrando en una racha negativa que tiró por tierra todas las posibilidades de haberles dado en la cara a todos los grandes de la Liga. Esta tarde, el Español no acudía al Casanova como gallito, precisamente, pero su timidez, su conservadurismo en la primera fase del juego, le llevaron a empezar a jugarlo en el minuto 25, después de que un Valencia nervioso, inseguro, abucheado por su público e irreconciliable de aquel que hace un año fue subcampeón, se adelantara con un penalty en el marcador.

Nadie podía esperar a un Español dominador territorialmente de un Valencia al que le escocían esas cinco jornadas sin ganar, pero a la vista de ese Valencia descentrado sobre el terreno, impreciso en los ataques y que había colocado dos únicos defensas marcadores por lo que pudiera pasar, si podía esperarse, sobre la marcha de los primeros veinte minutos, un Español más ámbicioso, más incómodo para su adversario y sin complejos. El fútbol lento y conservador de la fase inicial del juego propició que el Valencia tuviera, a falta de otras cosas, la tranquilidad de que a él no iban a marcarle. Era cuestión de buscarle las cosquillas al contrario.

Así llegó el primer gol del partido, muy lejos ya de un "tuya-mía" entre Ogris y Wuttke culminado por el austríaco con un bombazo alto. Penev se quitó de encima a Mino en una jugada merecedora de falta y todo acabó en el penalty que hizo despertar al Español y plantearse la necesidad de jugar al ataque. Sólo habían transcurrido tres minutos cuando Ogris recibió un balón largo, ideal para su jugada. Pudo con la defensa soltó un disparo tremendo y el balón entro en el marco por un lateral del mismo, en la jugada que dio origen a mucha polémica, ya que tanto el árbitro como el linier correspondiente se fueron al centro del campo dando el gol por bueno.

Pero polémicas al margen, el quid de todo se centra en que después de esa acción del austríaco, curiosa y controvertida, Ezequiel Castillo soltó un disparo que detuvo Sempere y al poco, Gay, otro que se fue ligeramente alto. En esos minutos, el Español buscó más el marco valenciano que en todo el tiempo anterior, y lo hizo cuando el rival se acomodaba con la ventaja de su gol. No le negaremos al Español una amplia fase del juego de dominio del balón y de determinadas zonas del campo, pero si antes había desperdiciado 25 preciosos minutos, después se estrelló contra sí mismo.

A los 7 minutos del segundo período García Delgado y su equipo técnico la volvían aliar al anulárle a Quique un gol que a nuestro juicio fue absolutamente legal, cuando Tomás penetró por el centro de la defensa con el balón bien controlado, se plantó solo ante Biurrun y eligió servirle el cuero a Quique, que llegaba solo y siempre con el balón por delante suyo, lo que deshacía el fuera de juego, batiendo a Biurrun. Hubo banderazo y ratificación del árbitro. Le dieron una patada al reglamento. A eso de la media hora, Biurrun le sacaba a Toni un buen disparo pero un minuto más tarde el brasileño acertaba a encontrar el hueco y ahí se acababa la historia.

El Español quiso pero no pudo. No se rindió, se movió sobre el campo queriendo demostrar que no daba el partido por perdido pero a estas horas podríamos estar todavía en el Luis Casanova esperando esas acciones ofensivas que pudieran enmendar ese resultado desfavorable. Aquello fue un deambular, sin perspectiva a abrir el juego por las bandas, ni de sacar de su sitio a un Valencia todavía discreto pero convencido de que podía ganar, a la vista de que todo era cuestión de maniatar los pocos balones que merodeaban a un Sempere que tuvo su reaparición más tranquila. Ni tan siquiera una falta lanzada por Wuttke en el minuto 40 revistió peligro. El alemán lanzó con suavidad y dando tiempo a que el portero reaccionara.