En marzo de 1922, Octavio Augusto Milego presentó su dimisión como presidente para terminar de poner en marcha el Colegio Valenciano de Árbitros de Fútbol, del que fue presidente. Debido a esto, se hubo de reestructurar la directiva del Valencia FC. Alfredo Aigües Ponce, cabeza visible del primer grupo de oposición con el que se encontró Milego, ocupó su lugar de forma provisional, hasta que el 23 de julio la asamblea general nombró a Francisco Vidal Muñoz como nuevo presidente del club valencianista.

La presidencia de Francisco Vidal Muñoz apenas duró dos meses, desde el 23 de julio hasta el 1 de octubre de 1922. En esta fecha, muy pocos días antes de que comenzara la temporada futbolística oficial, se nombró como nuevo presidente del Valencia FC a Don Ramón Leonarte Ribera, que había sido, juntamente con Octavio Augusto Milego, fundador del Colegio Valenciano de Árbitros de Fútbol, y que por entonces era colegiado en activo.