En la temporada 1996-1997, Luis Aragonés siguió al frente del equipo, aunque fue sustituido por Jorge Valdano en Noviembre, cuando Aragonés presentó su dimisión. Valdano se hizo cargo del equipo después de la derrota en el Bernabeu por 4-2, bajo las ordenes de Rielo.

Aunque Valdano se estrenó con victoria por 2-0 sobre el Celta en Mestalla, no pudo levantar al equipo que siguió con la misma linea irregular. El equipo tuvo una actuación desastrosa en Copa. Entró directamente en octavos de final, al disputar competiciones europeas, y el rival fue el más que asequible Las Palmas, equipo de Segunda División. El Valencia quedó eliminado en la tanda de penalties en Mestalla. Fue entonces cuando Valdano realizo las famosas declaraciones de "esta es una derrota útil", con las que se ganó la antipatía de gran parte de la afición de Mestalla.

Valdano estaba muy insatisfecho con el equipo, y, tras un verano muy movido, se quedó en el Valencia imponiendo sus condiciones. La temporada anterior había sido nefasta, y Valdano dijo literalmente que si se quedaba tenía que hacer limpieza en el vestuario, que "no iban a quedar ni los percheros". Y así fue, la plantilla fue practicamente remodelada de arriba a abajo. Causaron baja la friolera de 14 jugadores, algunos de los cuales formaban la columna vertebral del Valencia subcampeón de liga con Luis Aragonés.

Empezó la Liga y las cosas no pudieron ponerse peor, el Valencia perdió los tres primeros partidos y el presidente Paco Roig perdió los papeles. Después de haber puesto toda su confianza en el entrenador (con el que no se llevaba bien, todo hay que decirlo), y después de haber rehecho todo el equipo a su medida, echo a Valdano del Valencia tras caer derrotado en la tercera jornada contra el Racing de Santander, en un partido en el que además, Valdano cometió el error de alinear más extranjeros de los permitidos. La noticia del cese de Valdano llegó a Brasil y le cayó a Romario como una bomba. Valdano nunca pudo dirigir a Romario, ni llevar su proyecto hasta el final. Quizás su error fue fichar sólo jugadores de calidad para un equipo de ensueño y olvidarse de los jugadores trabajadores.