Ficha de partido: 08.04.1990: FC Barcelona 2 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

FC Barcelona
FC Barcelona
2 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Ricardo Arias
10'
Lubo Penev (Pen.)
18'
López Rekarte
27'
Toni Gomes
41'
Nando MartínezQuique Flores
44'
Descanso
45'
Valverde
47'
Valverde
64'
BakeroBeguiristain
65'
Emilio FenollToni Gomes
74'
Soler
76'
MillaKoeman
83'
Emilio Fenoll
85'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Camp Nou
Aforo: 99.354 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 24/09/1957

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Sencillamente genial fue el primer gol de Ernesto Valverde, esperando la salida de Ochotornea y picándole el balón por encima para que se colase mansamente en la puerta vacía. Era el minuto dos del segundo tiempo y el Valencia llevaba media hora con una ventaja de 0-1 en el marcador, tan injusta para valorar los méritos de ambos equipos como garrafal fue el fallo del árbitro que la originó: el colegiado castigó como penalty un balón que Soler tocó con el costado, para indignación del público que creyó hallar en la decisión arbitral la respuesta a la preguntade por qué el Barcelona no gana la Liga más que de pascuas a ramos.

Valverde fue también el autor del segundo gol barcelonista, al culminar con un certero cabezazo que pilló por sorpresa al portero y los defensas del Valencia, una colosal jugada de Laudrup por la izquierda, en la que el danés se deshizo de dos defensas con sendos quiebros secos, capaces de romper la cintura de una gimnasta olímpica. Genial fueron, en fin, una combinación entre Begiristain y Valverde en el minuto 16 (uno antes del penalty injusto contra el Barcelona), que Eusebio remató fuera por milímetros, y el pase en profundidad de Koeman a Begiristain que salvó Ochotorena lanzándose a los pies del extremo vasco, o el taconazo de Valverde a López Rekarte para que centrase a la cabeza de Laudrup y el rermate de éste se perdiera ajustadísimo al poste derecho.

Sin exageración se podría decir que el mestizaje entre titulares y suplentes que dio origen a la alineación que Cruyff presentó ayer ante el Valencia, permitió que los 60.000 espectadores del Camp Nou presenciasen la mejor actuación de su equipo en toda la temporada. ¿Por qué? Sin duda existió un factor psicológico, una identificación total entre el público y los jugadores, que ayudó a remontar el injusto 0-1 que señaló el marcador hasta el minuto dos del segundo tiempo. Los aficionados que acudieron ayer al estadio barcelonista se entregaron por completo a su equipo (en parte haciendo boca para el partido de baloncesto ante el Madrid), y redoblaron ese apoyo a partir de la desgraciada jugada del penalti.

Pero hubo otros elementos que influyeron no sólo en el resultado sino también en la brillantez del juego barcelonista. El primero de ellos fue la disposición que adoptó el Valencia sobre el campo, con tres defensas que actuaron como tales (Arias como libre, Boro y Giner como marcadores), ya que el cuarto, Quique, se adelantó al centro del campo en seguimiento de Begiristain. El Valencia acudió al Camp Nou en busca del subcampeonato de la Liga y quizás el error de Víctor Espárrogo, entrenador del conjunto levantino, estuvo en subvalorar la alineación azulgrana por el hecho de que en ella no figurasen Roberto, Alexanko, Salinas, Aloisio y Bakero, titulares todos ellos ante el Madrid el pasado jueves.

Otro factor nada desdeñable que sin duda tuvo su influencia en el desarrollo del encuentro fue el sosiego con que se emplearon los jugadores del Barça, liberados ya de la presión que les suponía el conquistar algún título con el que justificar la temporada. En la práctica, esa tranquilidad se tradujo en una mayor profusión dejugadas individuales (que tanto gustan al público aunque disgusten a Cruyff), en pases largos en lugar del tedioso pero prudente fútbol control, y, como consecuencia de todo ello, las jugadas de gol fueron frecuentes y variadas.

Un partido de las características del de ayer se disputó en el Camp Nou, era el idóneo para el triunfo individual de los jugadores. Soler, hecho un vendaval capaz de correr arriba y abajo por la banda, todo genio y nervio; Sergi, que a sus 22 años muestra un aplomo que envidiarían muchos veteranos, decidido en el corte y preciso en la entrega; Koeman, que ya no juega de Milla sino de Koeman porque el suyo es un fútbol de pases largos y su presencia en las proximidades del área comienza resultar inquietante para los porteros; Eusebio, cuya discreción no le impide hacer jugadas de maestro, como la que culminó con un remate al poste, en el minuto 56 o la que, diez minutos más tarde, propició un paradón de Ochotorena, o Amor, que intervino en numerosas jugadas de área aunque el gol se le negó con obstinación.

Todos cuantos actuaron ayer en el Barcelona brillaron a un gran nivel. Incluso Laudrup, que había estado perdido en el campo durante más de una hora, tuvo un rapto de genialidad en el minuto 62 y tejió lajugada que supuso el gol de la victoria. O Serna, en su dura lucha con el agresivo Penev, o López Rekarte, en la sujeción del pícaro Eloy.

Además de los dos tantos de Valverde, el Barcelona creó otras seis ocasiones claras de gol, tres en cada tiempo, por ninguna clara del Valencia. Sólo cuando el cansancio comenzó a hacerse ostensible en Koeman y Eusebio, dos hombres que habían jugado a pleno rendimiento la final de la Copa del Rey, el Valencia llegó con alguna comodidad hasta el área azuigrana pero en ningún momento creó verdaderas situaciones de peligro para la portería de Zubizarreta.

Cruyff se permitió el gesto magnánimo de permitir que Milla supliese a Koeman durante los últimos once minutos. El jugador aragonés, con el que el entrenador mantiene un desagradable contencioso a causa de la renovación de un contrato que no expira hasta junio de 1991, fue recibido con más aplausos que pitos, pero su presencia en el campo fue meramente testimonial.

Aunque el conflicto desatado posteriormente por la renovación de su contrato pueda indicarlo contrario, Milla salió del equipo titular del Barça en ocasión de la semifinal de la Copa del Rey que el equipo azulgrana jugó en Valencia. Allí, Cruyff prefirió situar a Alexanko como defensa de cierre, adelantando la posición de Koeman. A lahora de preguntarse si es justo o injusto que Milla no juegue como titular en el Barça, habría que preguntarse cuál es la combinación más idónea para el equipo, si la de Koeman como defensa y Milla como centrocampista por delante de él, o la del tándem Sergi-Koeman, que ayer jugó de forma impecable. Al final resultará que el problema del Barcelona no es la falta de jugadores sino la abundancia de buenos jugadores.