Ficha de partido: 18.12.2004: FC Barcelona 1 - 1 Valencia CF

Ficha de partido

FC Barcelona
FC Barcelona
1 - 1
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Xavi
20'
David Navarro
35'
Carlos Marchena
37'
Descanso
45'
Stefano FioreAsist: Carlos Marchena
62'
RubénXavi
74'
Víctor Valdés
75'
Marco Caneira
78'
Ronaldinho (Pen.)
79'
Santi Cañizares
79'
Deco
81'
Pablo AimarStefano Fiore
85'
Xisco MuñozVicente Rodríguez
87'
Pablo Aimar
88'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Camp Nou
Aforo: 99.354 espectadores
Ubicación: Barcelona (Barcelona) 
Inauguración: 24/09/1957

Rival: FC Barcelona

Records vs FC Barcelona

Máximo goleador: Mundo Suárez (18 goles)
Goleador rival: Messi (31 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (18.04.1979)
Mayor derrota: 0 - 7 (03.02.2016)
Más repetido: 1-1 (36 veces)

Crónica

Un Valencia sobrio y digno recibió un severo castigo anoche en el Camp Nou. El equipo de Ranieri firmó un notable clásico, atando bien corto toda la magia de Ronaldinho y compañía, y sólo un polémico penalti cobrado por Puentes Leira le privó de una victoria que, fraguada al contragolpe, habría reconstruido, con siete puntos de diferencia, su candidatura al título, pero la brecha sigue igual de abierta. Con Claudio Ranieri se perdió un químico o un físico con porvenir. Su ímpetu por experimentar es digno de mención. Anoche, contra el pronóstico de lo ensayado durante la semana en la factoría de Paterna, en Can Barça plantó un once inicial plagado de cambios. Di Vaio se cayó de la convocatoria, Aimar calentó banquillo y Fiore se colocó por detrás de Corradi. Los nombres estaban cambiados, pero la estrategia fue la correcta. Cinco minutos fueron suficientes para que los blanquinegros, que siempre se gustan en el majestuoso escenario del Camp Nou, mostraran los dientes afilados del vigente campeón con un contragolpe que no culmina Angulo, un disparo lejano de Baraja y un corner en el que la pelota, toda solita, se paseó por el área pequeña de Valdés sin que nadie la empujara.

El temible Barcelona estaba incómodo porque el Valencia no le prestaba metros para maniobrar con una asfixiante presión, y con las líneas adelantadas se alejaba a Ronaldinho y Eto´o de Cañizares. El oscuro trabajo en la sala de máquinas del doble pivote era fundamental. Marchena, bien apoyado, tejió una tela de araña sobre Xavi y Deco, los ideólogos azulgranas, que tardaron en despegarse de las marcas visitantes. Ranieri, grito encorbatado, se desgañitaba para que no se perdiera ni un ápice de agresividad. Aún así, por muy bien que estés, cuando el conjunto de Rijkaard hilvana tres pases consecutivos, el Barça siempre está al acecho. Cuando la dupla Xavi-Deco se conseguía liberarse el gol amenazaba la portería visitante. Eto´o, sentando a Moretti, justificó toda la brasa que Rafa Benítez le daba al patriarca Soler para traerlo hacia Mestalla . Un disparo de Xavi tras un envío del camerunés fue repelido por un Cañizares que anoche cumplía 35 primaveras. Todo el peligro culer se originaba en pérdidas de balón valencianistas antes de cruzar el centro del campo, crecientes según se aproximaba el final del primer acto. El Valencia se quedaba a medias.Se recuperaba rápido pero Fiore y Corradi no coordinaban correctamente con sus compañeros los movimientos de ataque, y no se probaran las manoplas de Valdés en 45 minutos. El final de la primera parte se pedía casi a gritos porque la concentración decaía y el orden se resquebrajaba ante la falta de carácter del trencilla, benevolente con las peticiones populares de falta, para atajar conatos de tangana.

El cronómetro y la fuerza en las piernas corrían a favor del Valencia en el segundo acto. Rijkaard, con media Masia en el banquillo, tiene la obligatoriedad de aguantar todo lo posible el mismo once. El Valencia, como aventuraba su técnico en la previa, siguió estropeando el juego del oponente y aprovechó de manera letal un despiste de Xavi para dar el golpe perfecto al encuentro. Fiore (¿por qué has jugado sólo dos partidos por el centro?) se encontró la pelota, congeló los nervios, y regaló un toque de magia calabresa a 90.000 impacientes espectadores con una precisa semivaselina que entró dando alegres saltitos. El gol en contra despertó a la bestia azulgrana. El Barça se volcó, Iniesta olió el empate pero el Valencia, sobrio, aguantó el chaparrón y los tres puntos parecían enjaulados con la ingenua expulsión de Valdés. Sin embargo, la ley de la compensación, eufemismo de la cobardía, castigó todo el trabajo con el penalti inexistente sobre Ronaldinho, que él mismo materializó pese a la guerra psicológica de Cañete.