Ficha de partido: 27.02.1955: Hércules CF 3 - 2 Valencia CF

Ficha de partido

Hércules CF
Hércules CF
3 - 2
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Xirau
13'
Faas Wilkes
22'
Mecarle
25'
Seoane
28'
Descanso
45'
Bartual
53'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: La Viña
Aforo: 1.000 espectadores
Ubicación: Alicante (Valencia) 
Inauguración: 1928

Rival: Hércules CF

Records vs Hércules CF

Máximo goleador: Amadeo Ibáñez (10 goles)
Goleador rival: Kustodic (5 goles)
Mayor victoria: 8 - 2 (14.11.1954)
Mayor derrota: 0 - 4 (18.03.1956)
Más repetido: 1-2 (9 veces)

Crónica

Se esperaba este partido con recelo y fundados temores. En la rivalidad alicantina-valenciana, de muchos años, solía ser el equipo de Mestalla «gafe» en Alicante, tanto en el campo de Bardin como en los otros terrenos en que se han enfrentado. Pero esta tarde se ha roto el maleficio a costa de un soberano esfuerzo y una sin igual bravura y entusiasmo que alcanzo su premio en el equipo alicantino. La clase estuvo en el Valencia, especialmente su tripleta central, marcaadísima por los alicantinos, formada por Fuertes, Badenes y Wilkes. Su superior clase no puede negarse, pero la codicia y la furia en el Hércules, en este Hércules que tiene demostrada su solidez en su campo, aunque no en los distintos terrenos españoles, superando a su gran rival de hoy. Los valencianos creyeron, por eso de la costumbre, de que podrían fácilmente hacerse por lo menos con un empate, y así lo manifestaron a su llegada.

Esta creencia en la afición valenciana hizo que se desplazasen a Alicante infinidad de aficionados levantinos, que por lo menos se calculan en más de 2.000, ya que los autocares llegados desde Valencia, aparte de los turistas y coches de línea particulares, vinieron en número superior a cincuenta. Una riada fantástica que si no se ve no se cree y que produjo durante la mañana una animación extraordinaria en las calles alicantinas, superior a la que vimos cuando vinieron el Barcelona y el Madrid. Se celebraba el día del club y el campo registró un entradón. Y hasta hubo su nota trágica durante el encuentro y ésta fué que en el segundo tiempo un espectador sufrió un colapso cardíaco, cuando marcó el Hércules su tercer gol, siendo retirado del campo en estado comatoso. El tiempo ha sido regular, pues cayeron algunas gotas de agua durante el partido, pero el terreno estuvo bastante bien, en condiciones casi normales.

En lineas generales, el partido se ha caracterizado por una mayor técnica valenciana y por un superior coraje alicantino. Ha tenido alguna dureza, algunas cosas violentas en ocasiones repetidas equitativamente a consecuencia lógica de la importancia del encuentro, ya que el amor propio valenciano le obligaba a mucho, y por parte del Hércules, la consecución de los dos puntos le era fundanental. Casi diríamos que este partido con carácter de final, el hallar el porvenir del Hércules en la Liga.

Se inició el partido bajo el signo del nerviosismo y con una gran espectacularidad. El Hércules jugaba, se vió bien claro desde el principio, al ataque codicioso, embarullado, y el Valencia, no podía, en los primeros minutos, descargarse de este acoso. Su elástica defensa neutralizaba bien, pero el Hércules volvía a la carga una y otra vez, superándole. Producto de este continuado acoso y jugándole el Hércules al Valencia de tu a tu, fueron las infinidades ocasiones de peligro que crearon en el marco de Timor, pero que no tuvieron un reflejo en el marcador.

El Hércules sufrió en este partido varios lesionados. Se lesionó Mekerle a los ocho minutos de comenzar el partido, bajando mucho en su potencia. Después fué el capitán Ernesto el que se lesionó en la segunda parte, a los veinte minutos, se lesionó muy seriamente Alvarín, uno de los mejores medios volantes de España, teniendo que pasar a extremo izquierda, prácticamente inútil, bajando Almagro a la línea media como secante de Wilkes. Estos cambios por lesiones perjudicaron notablemente el ataque herculano, pero aun y así ganaron con todos los merecimientos. Por eso dijimos al principio que sobre haberse roto el maleficio del Valencia en Alicante, la victoria fue conseguida por entusiasmo, por bravura y por tesón.

Desde luego, el partido fué muy bien planteado por el Hércules y los jugadores valencianos, esepecialmente Fuertes, Badenes y Wilkes estuvieron sometidos a un rigurosisimo marcaje, frenando el peligro en los avances valencianos, especialmente aquellos que eran iniciados por Wilkes. En el minuto trece llegó el primer gol del Hércules que dió aún más ánimos al equipo. Xirau, en combinación con Almagro, fue el que lo consiguió y el tiro de Xirau cruzado y fulminante al ángulo derecho hizo inútil la estirada de Timor. 1-0 en el marcador. Pero a los veintidós minutos, en un contraataque valenciano, llegaba el empate. Este empate no aplanó al Hércules, que se empleó con nuevos bríos, sacando fuerzas de flaqueza. El gol de la igualada fué conseguido por el Valencia en una espléndida jugada de Wilkes y desde medio campo, burlando tantos adversarios le venían a su paso para, finalmente, sortear al portero alicantino levantándole el balón suave y templado por encima de la cabeza del cancerbero local. 1-1.

En seguida el Hércules volvió a adelantarse a los tres minutos del gol de Wilkes, o sea, a los veinticinco se inició un codicioso ataque local, llevado por toda la delantera, el balón en poder de Rodríguez, quien lo centró largo y Mekerle consiguió el 2-1. Pero poco había de durar la alegría en el bando local. A los veintiocho minutos, el valenciano Pla se internó desde el extremo y dentro del área, tiró flojo acosado por Navarro, pero tiró con tanto acierto que la pelota rebotó en Seoane y fué el segundo gol valenciano y el segundo empate.

En quince minutos se habían marcado cuatro goles y el partido había pasado por sus fases más emocionantes. Luego,
más hasta el descanso que se llegaba con guaiada a dos goles, pero con una mala perspectiva para el Hércules debido a los lesionados. Pero de salida, en la segunda parte, el Hércules siguió apretando y jugando de igual a igual al Valencia, logrando a los ocho minutos el gol de la victoria que nadie esperaba que sería así, porque siempre se pensaba que nuevamente el Valencia empataría, cosa que esta vez no ocurrió. El gol de la victoria se marcó de la siguiente manera: Bartual tiró suave, rematando el lesionado Rodríguez con tanta potencia que el balón se coló en la meta lejos del alcance de Timor.

Ya no hubo más. Cerró el Hércules sus lineas, defendiéndose con un formidable coraje y con auténtica energía y el Valencia fué impotente esta vez para batir una vez más la meta de Pazos, que en esta segunda parte estuvo cubierto por la mayoría de los jugadores alicantinos. La actuación del colegiado de turno, señor González Echevarría, no diremos que fuera perfecta, pero creemos que el Valencia nada tendrá que objetarle, ni tampoco el Hércules.