Ficha de partido: 15.04.2007: Valencia CF 2 - 0 Sevilla FC

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
2 - 0
Sevilla FC
Sevilla FC

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
David VillaAsist: Carlos Marchena
26'
MarescaPenalty fallado
34'
Descanso
45'
Javi Navarro
47'
David Villa (Pen.)
49'
Hinkel
49'
PuertaAdriano
57'
Carlos Marchena
62'
Aitor OcioDavid
73'
MartíNavas
73'
Miguel Ángel AnguloDavid Silva
73'
Jorge LópezJoaquín Sánchez
81'
Miguel PallardóHugo Viana
83'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Sevilla FC

Records vs Sevilla FC

Máximo goleador: Mundo Suárez (28 goles)
Goleador rival: Campanal (21 goles)
Mayor victoria: 8 - 0 (17.10.1943)
Mayor derrota: 3 - 10 (13.10.1940)
Más repetido: 2-0 (27 veces)

Crónica

David Villa dio vida al Valencia cuando el equipo más lo necesitaba. Golazo, primero, y después perfecta ejecución de un penalti. Dos dianas para mantener al Valencia en la lucha por el título y para saldar cuentas. El Valencia necesitaba ganar para seguir vivo en la competición y además le tenía ganas al rival. El mazazo de la primera vuelta (3-0) aún escocía y estuvo cerca de equilibrarse, que hubiera venido muy bien por lo del golaveraje.

Pero además había otra cuenta particular. En lo personal al Guaje siempre se le ha dado bien este rival. Aunque con la camiseta del Valencia fueron sus primeros goles. En su etapa con el Zaragoza fue una pesadilla. Seis tantos en cuatro partidos. Un martillo, condición que ahora ha recuperado. El primer gol de Villa para el Valencia fue como agua de mayo. El equipo estaba descentrado, nervioso, impreciso, sin crear ocasiones claras, y por contra los andaluces, ayer de naranja, iban de menos a más. Habían tomado la responsabilidad y la defensa blanquinegra sufría una y otra vez, en cada una de las repetidas oleadas ofensivas del equipo de Juande.

“No m’agrada com caça la goseta”, reflexionó en voz alta un valencianista acérrimo, como reflejo del sentimiento colectivo. Era el sentir de muchos. El equipo de Quique estaba jugando atenazado por los nervios. Le iba mucho en el encuentro ante un enemigo tan directo en la lucha por los puestos de cabeza, y eso provocó excesivos errores. Sin llegar a tenerlo sobre las cuerdas, el Sevilla empezaba a mostrar sus uñas. La fortaleza defensiva del equipo andaluz, en ocasiones empleándose con mucha dureza, se combinó con una evidente vocación atacante. Adriano por la izquierda, Renato y Maresca en el centro y Alves por la derecha, alimentaban repetidamente el hambre de gol de Luis Fabiano y Navas, en función de media punta.

Pero en el minuto 24 apareció la conexión Marchena-Villa. Tuya, mía y pase en profundidad para que el asturiano se metiera por la izquierda y abriera la lata. Un golazo que puso a Mestalla en pie y proporcionó oxígeno a quien más lo necesitaba. El Valencia se ponía por delante pero iba a sufrir hasta el final porque el Sevilla no se descompuso. Acusó menos que el Valencia las bajas de futbolistas habituales. Es un equipo con una plantilla de lujo, que juega de memoria, y no bajó la guardia.

Poco después de la media hora un error de marcajes permitió que Navas controlara en el área y Miguel, en su afán de remediar el despiste, cometió penalti sobre el sevillano. Un mazazo porque la alegría apenas había durado unos minutos. Pero si antes apareció Villa como salvador, en esta oportunidad fue Cañizares quien arrancó otra ovación de una grada enfervorecida. Cuando tiró Maresca sacó una mano prodigiosa desviando el balón, que luego repelió el poste. Desde ese instante hasta el final del primer tiempo el juego se equilibró. El Valencia fue más Valencia y el Sevilla menos dueño. Los de Quique se le subían a las barbas, hasta acabar haciéndoles perder los nervios, como le ocurrió a Luis Fabiano, cuando propinó un codazo a Albiol, o luego a Javi Navarro, no sólo cometió la misma agresión sobre Villa, sino que además lo hizo dentro del área. Pero ni Clos Gómez ni sus ayudantes se enteraron. Ya lo verán en las repeticiones de la televisión, ya...

El segundo tiempo no pudo empezar mejor para los valencianistas. Antes de cumplirse el minuto cinco, una asistencia de Joaquín dejó a Villa en inmejorable posición. Hinkel era el último defensor y al derribarlo provocó el penalti la consiguiente expulsión. El Guaje fue el encargado de ejecutar el castigo y lo hizo con semiparadinha, luciéndose y provocando el delirio de Mestalla. El 2-0 dejaba el partido visto para sentencia. La situación hizo recordar al partido frente al Chelsea. ¡Ay si hubiera llegado el segundo! Era el tanto de la tranquilidad, tan necesaria para ordenar ideas y jugar como el Valencia sabe.

Esta vez el glucógeno muscular que dicen desciende en las segundas partes, a los valencianistas pareció aumentarles. El decorado de Mestalla iba a presenciar un guión diametralmente opuesto al de los primeros minutos del partido. Superioridad por genio, que no por condición física, porque los andaluces acabaron achuchando de lo lindo. Demostraron que eso de jugar entre semana, con una plantilla como la que tiene, es pan comido. No se notó lo más mínimo ni las ausencias de Kanouté y compañía. El Valencia evidenció que tiene una plantilla cogida con alfileres. Demasiadas lesiones y ausencias. Y saldó la cuenta a base de ganas. Joaquín empezó a caracolear por su zona, proporcionando buenas ocasiones y espectáculo; Silva se ofreció para construir en la banda opuesta; Villa quería más goles, Morientes se entregaba en una lucha total... Además detrás hubo tranquilidad. Esta vez no hubo despistes. Y eso que los de Juande insistieron hasta el último suspiro.