Ficha de partido: 10.09.1988: Valencia CF 1 - 0 Real Valladolid

Ficha de partido

Valencia CF
Valencia CF
1 - 0
Real Valladolid
Real Valladolid

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Ravnic
11'
Moreno
32'
Ricardo Arias
41'
Descanso
45'
Pedro AlcañizLucho Flores
61'
LópezCuaresma
65'
Emilio FenollJavier Subirats
67'
FonsecaJankovic
70'
Moya
71'
Fernando Gómez
89'
Final del partido
90'

Estadio



Nombre: Mestalla
Aforo: 55.000 espectadores
Ubicación: Valencia (Valencia) 
Inauguración: 20/05/1923

Rival: Real Valladolid

Records vs Real Valladolid

Máximo goleador: Fernando Gómez (9 goles)
Goleador rival: Morro (4 goles)
Mayor victoria: 6 - 0 (22.03.1964)
Mayor derrota: 0 - 4 (30.09.1956)
Más repetido: 1-1 (14 veces)

Crónica

El debut liguero del Valencia en su estadio consiguió llenar las tres cuartas partes de su aforo. Buen ambiente en las gradas, lo que se tradujo en una recaudación de 11.200.000 pesetas. Dirigió la contienda el colegiado Marín
López, que comenzó el partido en un tono antivalencianista irritante para los aficionados locales. En el primer tiempo cosió a faltas a los locales, ademas de protagonizar varios lances polémicos. En la reanudación pitó mal a los dos equipos. Mostró tarjetas amarillas a Moreno, Ravnic, Moya y Arias. El gol de la victoria valencianista llegó en el minuto 89, tras una jugada muy elaborada en la que intervienen Eloy, Quique y Alcañiz, que es quien remata finalmente a puerta para que Ravnic, el portero del Valladolid intente blocar por dos veces sin conseguirlo. El rechace lo recoge Fernando y fusila el gol.

La verdad es que nos pudimos ahorrar los ochenta y nueve primeros minutos de partido entre el Valencia y el Valladolid, dominado por la sólida labor de contención del equipo visitante. Ante la barrera bien organizada por Cantatore, el Valencia nunca pudo jugar con precisión ni desarrollar su juego, limitándose a sus recursos individuales. Sólo al final, casi fuera de tiempo, un gol de Fernando, oportunista, evitó el empate que el Valladolid ya creia tener en el bolsillo. Desde luego, luchó para ello. La impresionante fuerza de salida que exhibió el conjunto valencianista iba a diluirse poco a poco. El gol, que sin duda hubiera cambiado el signo de este primer tiempo, pudo subir al marcador nada más empezar, a los ocho minutos, cuando un espectacular remate de Flores puso en pie al público, que llegó a cantar el gol. El balón no quiso entrar en esta ocasión, ni tampoco cuatro minutos más tarde en un remate de Eloy que acabó en córner. El Valencia, en conjunto, ofreció lo mejor de sí mismo en ese corto período.

A partir de ahí el Valladolid de Vicente Cantatore quiso y pudo reaccionar modificando parte de su estrategia. El resultado fue que el conjunto local perdió gas, comenzó a dar pases en horizontal y a subir el balón con una lentitud que llegó a ser exasperante. Pareció como si el equipo hubiera pasado de sentirse superior y con una ambición impresionante a padecer síntomas de temor ante el contrarío. Y la verdad es que hasta aquel momento, si bien el enemigo había conseguido equilibrar la batalla del centro del campo, el Valladolid no supo poner en aprietos el marco valencianista. Jankovic, su hombre teóricamente más peligroso, estuvo perfectamente vigilado por la defensa che.

Tal fue la apatía y la carencia de verticalidad, que las bandas no existieron y sólo Quique, llamado otra vez a la internacionalidad de la mano del nuevo seleccionador, Luis Suárez, animó esporádicamente el partido desde el punto de vista ofensivo. Aún así, el ariete Flores consiguió quedarse a solas con el portero del Valladolid, pero no supo batirlo. Tampoco Nando, el otro internacional valencianista, disparó con puntería en otra oportunidad. El público, por su parte, tuvo tiempo para mostrar su antipatía al colegiado Marín López, quien además de granjearse varias broncas a lo largo de este primer tiempo anuló una polémica jugada de Subirats y Flores. El primero le sirvió a Lucho un balón largo. Nada dijo el linier sobre a legalidad de la recepción, pero sí el árbitro, peor situado, que anuló la acción. Flores, de todos modos, alojó el balón en el fondo de la red y el gol fue cantado en las gradas. El escándalo, porque naturalmente Marín López no lo dio por bueno, se lo pueden imaginar.

En la segunda mitad las limitaciones del Valencia se acusaron aún más ante la ya definida táctica ultradefensiva del Valladolid. Nunca, en todo este período, el Valencia consiguió elaborar una jugada digna de mención que llevase verdadero peligro a a portería contraria. Sólo las acciones inidividusles de algunos de sus hombres consiguieron romper el cerrojo de Cantatore para poner a prueba los reflejos del portero Ravnic. Por cierto que un encontronazo fortuito entre él y Flores, que dejó aturdidos a ambos, obligó al delantero a retirarse poco después.

Los minutos fueron transcurriendo, incluida una acción de Fonseca que a punto estuvo de convertirse en gol. La afortunada intervención de Revert, en el último momento, evitó que el Valladolid marcase. Fue su única oportunidad, pero muy clara. Ya se mascaba la tragedia cuando, después de una embarullada acción, Fernando acertó a meter el pie y subir al marcador el gol de la victoria. Casi nadie se lo podia creer, después de tanta inoperancia atacante y tan sólida defensa. Pero así es el fútbol.