Ficha de partido: 02.11.2004: Inter Milán 0 - 0 Valencia CF

Ficha de partido

Inter Milán
Inter Milán
0 - 0
Valencia CF
Valencia CF

Equipos titulares

Timeline del partido

escudo local
Inicio del partido
0'
escudo visitante
Descanso
45'
Rubén Baraja
55'
Bernardo CorradiMarco Di Vaio
70'
Momo SissokoRubén Baraja
73'
RecobaMartins
77'
C. ZanettiVerón
78'
Emiliano MorettiMiguel Ángel Mista
84'
PasqualeStankovic
88'
Adriano
90'
Marco Caneira
92'
Final del partido
93'

Estadio



Nombre: Giuseppe Meazza
Aforo: 80.000 espectadores
Ubicación: Milán (Lombardía) 
Inauguración: 19/09/1926

Rival: Inter Milán

Records vs Inter Milán

Máximo goleador: Pablo Aimar (2 goles)
Goleador rival: Christian Vieri (2 goles)
Mayor victoria: 4 - 0 (04.08.2013)
Mayor derrota: 1 - 5 (20.10.2004)
Más repetido: 0-1 (2 veces)

Crónica

El Valencia, inferior a su rival, celebró un empate que le vale para bien poco. El equipo de Claudio Ranieri, que estaba obligado a ganar al Inter para continuar vivo en la Champions, no chutó ni una vez a la portería del Inter. A falta de cinco minutos para la conclusión del partido, Marchena hizo callar a la grada. El defensa del Valencia, con el dedo índice tapándose la boca, se dirigió desafiante hacia la afición del Inter. No es que el jugador valencianista hubiera marcado el gol decisivo, sino que el futbolista sacaba bajo palos un balón de Adriano, con Cañizares ya vencido, cuando la hinchada italiana ya cantaba el gol. La acción hubiera pasado desapercibida de no ser porque fue el fiel reflejo de lo que ayer se vio en San Siro. El Valencia, inferior a su rival, celebró un empate que le vale para bien poco. El equipo de Claudio Ranieri, que estaba obligado a ganar al Inter para continuar vivo en la Champions, no chutó ni una vez a la portería del Inter.

Es cierto que el Valencia evidenció un síntoma de mejoría con respecto a los últimos partidos, sobre todo en el arranque de la segunda mitad, pero agarrarse a esos diez minutos escasos es hacerlo a un clavo ardiendo. Y puede llegar a quemar. Porque no oculta las verdaderas carencias de un equipo cuyo fútbol ofensivo brilla por su ausencia. Ayer se vio algo de solidez, pero al Valencia todavía le falta la grandeza que años ha le permitió estar entre la aristocracia europea. En la primera mitad, el Valencia fue un conjunto menor. Vivió agazapado en su ratonera. Pese a la necesidad de abandonar la guarida en busca del gol, alimento necesario para sobrevivir en la máxima competición continental por equipos, el repliegue del equipo de Ranieri algo era más que intensivo. Era la defensa total. El Valencia había cedido el campo y el balón al Inter -que presentaba una estadística cercana al 70% de la posesión-, y optó por colgarse del larguero de Cañizares. No se sabe si por la falta de confianza el del grupo tras siete partidos sin ganar, o porque el físico no acompaña y había que guardar para la segunda mitad, pero lo cierto es que el conjunto de Ranieri vivió sometido. El Valencia, siempre dominado, careció de profundidad y no disfrutó de ocasiones de gol. La única oportunidad, de Di Vaio, llegó gracias a un error de Davids. Y el remate del italiano no fue a portería.

Bajo esta situación de acoso y derribo del Inter, Cañizares asumió la responsabilidad de mantener al Valencia en el partido. El guardameta -que ayer vistió de azul en lugar del amarillo chillón que no gusta a los supersticiosos-, realizó hasta cuatro intervenciones de mérito. La última de ellas,. mano a mano ante Martins, fue tan espectacular como decisiva. En el segundo tiempo el Inter no inquietó tanto, estaba incómodo por la ligera presión valencianista, pero también puso en apuros a Cañizares -sobre todo un desafortunado Martins, que perdonó otra vez la más clara-. El Valencia, una tortuga por lo lento de sus movimientos y lo que guardó su casa, sacó algo la cabeza. Pero no la estiró todo lo que debía. El equipo adelantó líneas, su defensa no se metió tan atrás, pero no disparó a la portería de Fontana. Así es imposible ganar. El mejor resultado posible siempre es el empate.