Inicio del partido

0'

Descanso

45'

Gabriel MoyaClaudio López

45'

Vicente Engonga

54'

Jose Ignacio SáenzFernando Gómez

61'

Jorge Otero

71'

VachaVavra

71'

Gabriel Moya

73'

Lerch

75'

Novotny

77'

JindracekHorvath

80'

Jose Ignacio Sáenz

85'

Jose Ignacio Sáenz

86'

Javi NavarroGoran Vlaovic

89'

Final del partido

90'

Luis Aragonés encontró la estabilidad que buscaba en Praga. Un gol de Moya, el prototipo de jugador del técnico de Hortaleza y antítesis del díscolo Romario, alargó la bonanza del Valencia en la Copa de la UEFA. Aragonés dibujó un partido tosco, sin concesiones a la galería. Sabía que la prudencia era la mejor consejera para un Valencia que en las últimas fechas se ha visto salpicado por la delicada situación en la que el Consejo de Administración colocó al técnico y los deseos de Romario de regresar a Brasil, harto de la disciplina y el látigo de Luis.

La única sorpresa fue, precisamente, la ausencia de Moya en la alineación titular en beneficio de un Claudio López excesivamente precipitado y poco inspirado en sus acciones. La presencia del argentino en la primera parte, bien es cierto, coincidió con la peor imagen de un Valencia que se replegó en su terreno de juego y que sólo buscó la portería de Stejskal en una ocasión. El Valencia cedió la iniciativa al Slavia, pero el inexperto equipo checo siempre se estrelló en el orden táctico del representante español. Zubizarreta no tuvo mucho más trabajo que Stejskal, aunque vio peligrar su portería en el minuto 39 cuando una internada de Ulic por la derecha dejó en evidencia a la zaga blanca; Vavra, sin embargo, se quedó a medio palmo de empujar el balón a la red.

En la segunda parte, el Valencia ofreció una faz mucho más acorde con su potencial. Bastó que Aragonés diera entrada a Moya para que el ataque valencianista conectara con el centro del campo y alcanzara el área checa con asiduidad. Con todo, la primera clara opción de gol fue para el Slavia pero Vagner se hartó de balón. Fue el último aviso checo puesto que en la última media hora mandó el Valencia con relativa comodidad. Una superioridad que quedó en evidencia en la jugada del gol. José Ignacio asistió a Vlaovic, quien estrelló el cuero al poste para que Moya lo rematara.