Inicio del partido

0'

Paz

16'

Descanso

45'

Sarasqueta

64'

Salvador Monzó

89'

Final del partido

90'

La Real Sociedad se sacó la dolorosa espina del 4 a 0 del Metropolitano a costa del Valencia, al que venció merecidamente tras un encuentro en el que fué superior al equipo levantino, que insistió demasiado en un fútbol recortado de pases a medio metro y de escasa profundidad. La Real, en cambio, jugó con mucha codicia y nervio, un fútbol rápido y su delantera, sobre todo en el primer tiempo, acosó con insistencia el marco de Quique, defendido por éste con su proverbial irregularidad.

Los dos primeros ataques son de la Real. pero pronto reacciona el Valencia y Pasieguito consigue acercarse al área «realista» y larga un disparo, duro, raso y esquinado que Eizaguirre detiene en soberbia estirada. Luego domina con insistencia la Real Sociedad, y a los dieciséis minutos, en pleno acoso blanquiazul, Paz resuelve una «melée» y de tiro esquinado logra el primer gol. Dicha «melée» se había producido en un golpe franco lanzado por Galardi, Sarasqueta pierde un balón en el centro del terreno y el ataque de Buqué tiene peligro, pero éste se precipita y chuta alto. Replica en seguida el Valencia por el lado izquierdo, obligando a intervenir a Eizaguirre, que tiene que tirarse al suelo para alcanzar un balón que Wilkes intentaba rematar. El holandés está muy marcado y vigilado, y no luce su fútbol de otras veces.

La Real vuelve a imponer su juego y ahora es Paz quien solo ante Quique, después de un saque de banda de Sarasqueta, pierde una buena ocasión de marcar, ya que su remate no es todo lo certero que se esperaba y Quique, por otra parte, le hace una buena parada. Otro tiro magnífico de Paz, lo devuelve con muchos apuros Quique. Nuevo córner contra el Valencia y golpe franco que tira Ontoria y detiene Quique antes de finalizar el primer tiempo de superior juego de la Real Sociedad.

En la segunda parte, a los dos minutos chocan Paz y Quincoces, quedando aquél tirado en el suelo, teniendo que ser retirado del terreno de juego. La Real queda con diez hombres. El Valencia domina y se vuelca sobre el marco de Eizaguirre. Son angustiosos estos momentos para el equipo blanquiazul, que se defiende con mucha entereza. Es en este momento, cuando Seguí se escapa por la izquierda, llega muy cerca de Eizaguirre y tira raso, colocado, al poste. El balón da en el palo y cuando ya Eizaguirre estaba batido, en última instancia acude Galardi para despejar el peligro.

Nueve minutos después vuelve Paz el terreno de juego, y la Real nivela el partido. Paz actúa ahora sobre Wilkes pero sin descuidar el contraataque cuando la Real lo realiza. El dominio en el centro del campo corresponde al equipo de San Sebastián y esto es muy importante, pues así consigue frustrar el fútbol de contraataque del Valencia en el que brillan los dos extremos y el delantero centro. Pero éste, como queda dicho, está completamente anulado.

Una gran jugada de Epi, que esta tarde esté en plan de fenómeno, la corona Paz de un tiro durísimo que sale rozando el marco. Asistimos a unos momentos brillantísimos de la Real que habrían de tener su premio. En efecto, a los veinte minutos, Galardi saca un golpe franco. Despeja Monzó, el balón va al lado derecho y lo persigue Paz, que centra alto, y Sarasqueta. de cabezam remata a la red el segundo gol blanquiazul. Desconcertada la defensa blanca por la rapidez de la jugada se había ido hacia el lado derecho e incluso el guardameta, quedando libre la parte izquierda, en la que estaban Sarasqueta y Pérez.

El partido se jugó a fuerte tren, sobre todo por parte de los donostiarras y así algunos jugadores acusaron el esfuerzo. Un repliegue de los medios realistas y dominio del Valencia. Mañó y Seguí lanzan sendos corners, el primero despejado por Sarasqueta. A los treinta y ocho minutos, hay un castigo contra la Real cerca de la línea de penalty, en el lado izquierdo, que da lugar a una brillante intervención de Eizaguirle a un centro chut de Buqué. Antes el gran guardameta había hecho otra parada magistral a un remate a dos metros de Seguí, desviando el balón a córner. A los cuarenta y cuatro minutos, Monzó y Quique no se entienden en una jugada y aquél introduce el balón en su propio marco. Es el tercero y último gol de la serie.

Si se tiene en cuenta la calidad del adversario, la Real Sociedad hizo mucho mejor partido que contra el Celta de Vigo. Dominó al Valencia por rapidez y energía, y así quedaron completamente apagados jugadores de la clase de Wilkes, Pasieguito y los dos interiores, entre quienes no hubo ligazón. Fueron contados los tiros peligrosos al marco, bien defendido por Eizaguirre, de nuevo en gran forma. La pegajosidad de los jugadores «realistas» y el continuo afán de lucha, «molestó» al Valencia, quien no pudo hacer su fútbol reposado y lento. Debió haber reaccionado el equipo valenciano de otra manera, pero le faltaron energias para ello.

Buen partido de conjunto de la Real Sociedad. Buena inteligencia entre medios volantes e interiores y feliz reaparición de Ontoria, que fué, con los demás veteranos (Eizaguirre, Pérez, Suárez y Epi) el mejor del equipo. Estos cinco hombres fueron las figuras destacadas de la Real Sociedad, junto con Galardi. Los demás cumplieron con la sola excepción de Sarasqueta, completamente desafortunado hoy.

En el Valencia, el cuarteto defensivo se batió en retirada sin poder hacer el fútbol desde su área. La línea de volantes solamente algunos destellos de Paquesieguito, pues Puchades quedó completamente borrado por Epi, al que no pudo sujetar. Y en la delantera, mal Wilkes y Fuertes. Ya dijimos que fueron los únicos peligrosos. No nos gustó este Valencia que ha pasado por Atocha. A su fútbol al ralenti hay que añadirle otro defecto, el de no tener profundidad su línea delantera y es grave para un equipo que aspira colocarse entre los mejores. Arbitraje regular de Arqué y muy buena entrada en Atocha. Al final del partido empezó a llover.